Skip to main content

RECOMIENDN EVITAR EL USO EXCESIVO DE TECLADOS

12212524_1076619122372164_199380130_nTijuana, Baja California.- El uso excesivo de teclados en celulares y computadores puede provocar lesiones en manos y muñecas, incluso inmovilizar los dedos; sobre todo el pulgar y el anular. Una forma de coadyuvar a la prevención de tenosinovitis es el uso de soportes ergonómicos y moderar el uso de los mismos. Ligia Bravo Cuesta, jefa de Medicina en el Trabajo en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que este padecimiento se desarrolla por el frecuente envío de mensajes y por utilizar el teclado de la computadora durante jornadas largas. Indicó que la afectación conocida como “dedo engatillado”, ocasiona que el pulgar o el anular se queden flexionados de forma involuntaria y al tratar de regresarlo a su posición habitual, ocasiona dolor tan intenso que incluso que los mantiene doblados. Señaló que aunque la tenosinovitis se relaciona mayormente con un proceso natural de degeneración por envejecimiento y es común en personas de 40 años o más, el uso excesivo de teclados constituye un factor de riesgo. “Cuando un individuo tiene carga genética para desarrollar artritis o que el proceso de envejecimiento se da forma apresurada, es muy probable desarrollar tenosinovitis”, dijo. La doctora Bravo Cuesta agregó que si la actividad habitual requiere de estos movimientos, es posible que en determinado momento se bloquee la función de los dedos. Destacó que entre tres y cinco por ciento de la población general, desarrolla ese padecimiento a lo largo de su vida, por lo que para prevenirlo recomendó llevar un estilo de vida saludable que incluya la ingesta abundante agua, actividad física diaria, dieta equilibrada que incluya frutas, vegetales y ácidos -oleíco y linoleíco-, fuentes naturales de antioxidantes. Explicó que existen dos procedimientos para el problema; la cirugía tradicional, que consiste en una incisión de un centímetro y medio en el área lesionada, para localizar la parte estructural de la mano que permite la flexión y que “atora” el dedo y posteriormente se secciona. La segunda opción no involucra cirugía, se lleva a cabo una punción con una aguja o una hoja de bisturí muy fina, es decir; una herida mínima de dos a tres milímetros de longitud para cortar la zona enferma; en unos cuantos minutos se alivia el dolor y el paciente se va a su casa con el problema resuelto, enfatizó.