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FIBROSIS QUÍSTICA, UN MAL HEREDITARIO

  • Su origen se encuentra en un cromosoma que tiene más de 800 mutaciones y una gran variedad de síntomas.
  • Si uno o ambos padres son portadores pasivos del gen dañado, la posibilidad de tener un enfermo, es muy alta.
  • Ya que el problema es genético no hay manera de evitar su aparición, pero sí su detección temprana.

Foto Comunicado 584Baja Califronia.- La fibrosis quística es una condición que afecta de por vida los pulmones, el aparato digestivo y otros órganos del cuerpo humano; se debe a que la mucosidad, lágrimas, sudor y saliva en el menor son tan espesos y pegajosos que obstruye los pulmones y el aparato digestivo, dijo la doctora María Elena Silva Solís, coordinadora de Pediatría en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Mexicali.

La pediatra adscrita al Hospital de Ginecopediatría y Medicina Familiar (HGP) número 31, explicó que se trata de un mal hereditario y un tema delicado de salud pública, ya que esta enfermedad es la causante de mayor número de muertes entre infantes, pero si es diagnosticada y tratada a tiempo, se puede brindar al paciente una mejor calidad de vida y prolongar su existencia.

Indicó que su origen se encuentra en un cromosoma que tiene más de 800 mutaciones y una variedad de síntomas, como talla y peso más bajo de lo normal, frecuentes infecciones respiratorias, sinusitis y pólipos nasales, es decir; pequeños crecimientos en forma de saco en la mucosa nasal.

Además, suelen acompañarse de diarrea crónica, evacuaciones con grasa o incapacidad para evacuar, debido a taponamientos intestinales que provocan la inflamación del abdomen, por lo que la doctora advirtió que se trata de una enfermedad muy peligrosa.

Precisó que el principal efecto de este padecimiento consiste en la alteración de los cloruros a nivel celular, lo que provoca la acumulación de secreciones y moco de tal manera que se obstruyen los pulmones y se presentan problemas de respiración, mismos que pueden afectar el ritmo cardíaco y provocar enfermedades gastrointestinales por la deficiencia en la producción de enzimas del páncreas.

Debido a que este problema es genético no hay manera de evitar su aparición, su detección temprana es fundamental para que la enfermedad no progrese demasiado rápido y que, con el paso del tiempo, el organismo del niño no rechace el tratamiento asignado.

Recalcó la importancia de que los padres estén atentos ante la sintomatología a fin de detectarla a tiempo; uno de los primeros signos de fibrosis quística en un recién nacido es el no evacuar y padecer de infecciones respiratorias frecuentes, como sinusitis, bronquitis o neumonía.

Es posible que también presente piel con un sabor salado al besarlo, tos frecuente y respiración silbante y falta de aliento; pérdida de peso o no subir conforme al crecimiento; dedos en forma de palillo de tambor en las manos o los pies (se agrandan y se ponen redondeados) y dolor abdominal.

El tratamiento, agregó Silva Solís, tiene como objetivo prolongar la vida del infante y requiere del trabajo de un grupo multidisciplinario (pedíatras, neumólogos, especialistas en rehabilitación e inhaloterapia) y en especial de los padres, para que sean constantes en administrar los múltiples medicamentos.

Finalmente, indicó que la única forma de prevenir esta enfermedad es detectar a tiempo si uno o ambos padres son portadores pasivos del gen dañado y evitar reproducirse, ya que si lo hacen, la posibilidad de tener un hijo con fibrosis quística es de 25 por ciento, es decir, uno de cada cuatro. Asimismo, por tratarse de una enfermedad hereditaria, tiene su grado de azar, por lo que es posible que sólo uno, ninguno o todos los hijos nazcan con ella, explicó.