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RECOMIENDA IMSS PONER ATENCIÓN A PROBLEMAS DE LENGUAJE EN NIÑOS

  • Pueden tener origen psicológico o físico.
  • El diagnóstico se hace entre los 18 y 24 meses de edad.
  • Las alteraciones en el habla también afectan  a adultos

Foto Comunicado 755Los problemas del lenguaje por daño neurológico en niños son consecuencia de lesiones orgánicas cerebrales, como prematurez, traumas obstétricos que generan sufrimiento fetal agudo y provocan falta de oxígeno en el cerebro e ictericia neonatal (coloración amarillenta en la piel), factores que influyen en el desarrollo del lenguaje.

El doctor Oscar Gustavo Ornelas Gutiérrez, director del Hospital de Gineco Obstetricia número 7 (HGO 7) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que los trastornos emocionales durante el desarrollo infantil como sobreprotección, trato agresivo o desintegración familiar, así como el traumatismo craneoencefálico e infecciones centrales (meningitis, meningo encefalitis o un tumor), generan alteraciones en el lenguaje de los niños.

También desde el punto de vista neurológico, durante la gestación pueden presentarse problemas de hipoxia e ictericia neonatal y en genéticamente,  la carga hereditaria constituye un componente importante relacionado con estos trastornos.

Indicó que las alteraciones de mayor incidencia son desarrollo del lenguaje, lenguaje expresivo y lenguaje mixto. En el primer caso, el niño no articula ninguna palabra, aun cuando ya tiene edad suficiente para hacerlo o estructurar frases cortas. En el segundo problema, el menor tiene buena comprensión, pero no puede articular palabras y en el último trastorno, hay dificultad en comprensión y articulación del mismo.

El doctor Ornelas Gutiérrez informó que el diagnóstico de esta problemática se hace cuando el niño tiene entre 18 meses y dos años de edad, etapa en la que es más fácil detectar alteraciones en el desarrollo del lenguaje, previo conocimiento de los antecedentes prenatales, perinatales y postnatales.

Otras alteraciones son dislalia que es la dificultad de los niños para articular palabras; afasia cuando los adultos pierden capacidad en el lenguaje oral y escrito a consecuencia de un evento vascular cerebral, como embolia, hemorragia y trombosis y el traumatismo craneoencefálico o falta de oxigenación en el cerebro.

La disfemia o tartamudez en niños y adultos, explicó el director del HGO 7, es consecuencia de la alteración emocional; mientras que la disfonía es un problema al emitir la voz, a consecuencia de cambios en las cuerdas vocales, bien por parálisis o presencia de nódulos, pólipos o tumoración en laringe.

Para evitar estas alteraciones, el especialista recomendó llevar buen control prenatal; vigilar a qué edad el menor sostiene la cabeza, se sienta, se levanta, empieza a caminar, balbucea, dice monosílabos, palabras completas y controla esfínteres, actividades estrechamente ligadas al desarrollo neurológico.