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6 DE CADA 10 SUBIERON DE PESO DURANTE LA CUARENTENA; EXPERTOS CULPAN AL “HAMBRE EMOCIONAL”

“La mayoría de las veces no comemos por hambre, sino que son las emociones las que disparan nuestra conducta alimentaria”

A esta altura de la pandemia por coronavirus ya podría asegurarse que el aumento de peso es una de las consecuencias colaterales que la mayoría de las personas enfrenta a raíz de la cuarentena. Sin embargo, los profesionales se muestran cada vez más reticentes a la idea de seguir una dieta determinada, debido a su efecto contraproducente a largo plazo.

En cambio, proponen otra “fórmula” para lograr resultados eficaces y sostenibles en el tiempo. ¿Es el confinamiento el contexto ideal para llevarla a cabo? ¿Se come por hambre real o por ansiedad?

La respuesta a esa segunda pregunta parece ser la clave de todo. “En general, sabemos lo que tenemos que comer, pero no lo hacemos. La mayoría de las veces no comemos por hambre, sino que son las emociones las que disparan nuestra conducta alimentaria”.

Sol Vilaro es licenciada en Nutrición (MN 5647) y coordinadora del programa de descenso de peso de Ineco, y destacó: “En este período en el que las emociones se encuentran a flor de piel, no se debe descuidar su efecto en la manera en que nos alimentamos”.

Según una encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) seis de cada diez argentinos (56,9%) admitieron haber subido de peso durante la cuarentena. Al estilo de vida sedentario y la actividad física reducida hay que añadirle el comer emocional. Por eso mismo, lo que sugirió la especialista es “realizar un abordaje interdisciplinario”. “Con una disminución calórica y un aumento del gasto energético la mayoría de las veces no es suficiente porque es de difícil sostenimiento -señaló-. El entrenamiento interdisciplinario en el que se fusiona la neuropsicología, psicoterapia y la nutrición, busca que la persona genere un cambio de hábito perdurable en el tiempo”.

“Creo que hay que poner el foco en que alimentarse bien no tiene que decir ‘estar a dieta’, correrse un poco del enfoque de hacer dieta y elegir alimentos correctos para cada uno y en ese caso, el momento que estamos viviendo es una situación que tal vez amerita prestar más atención a qué es lo que ingerimos para nutrirnos correctamente y poder darle a nuestras células los nutrientes necesarios para estar fuertes y tener un sistema inmune que nos acompañe”.

Para María Cecilia Ponce (MN 3362), más que pensar en adelgazar o no adelgazar, el contexto invita a “reforzar la alimentación con vitamina C, vitamina D, evitar alimentos que causan inflamación crónica, ya que elegir la mejor alimentación va a hacer que las personas se sientan bien, tengan menos ansiedad y menos inflamación que repercute negativamente en todo el organismo”.