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SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN INFANTIL

  • Se invita a los padres a procurar una convivencia familiar armoniosa.
  • Falta de atención puede afectar su salud física, psicológica y emocional.
  • Rechazo al alimento, falta de energía y exceso de sueño, algunos síntomas.

DEPRESIÓN INFANTIL, TRASTORNO EVITABLETecate, Baja California.- La depresión infantil es un trastorno emocional que se presenta principalmente, entre los cinco y los 12 años de edad; los niños se pueden deprimir desde el primer año de vida, ante la falta de cariño de los padres, ya que su inmadurez los hace más vulnerables y no siempre saben describir lo que sienten, advirtió el doctor Fernando López Orrantia, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 39 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tecate.

En ese sentido, el médico explicó que una convivencia armoniosa además de fortalecer los lazos afectivos, genera en el niño seguridad, tolerancia, armonía y respeto, evitando que tenga acciones o actitudes violentas hacia otros niños en su entorno escolar y social.

Informó que esta patología afecta aproximadamente a tres por ciento de los infantes; los menores presentan un cuadro muy característico: rechazo al alimento, humor depresivo, falta de energía, bajo peso, problemas de sueño y enfermedades recurrentes del aparato respiratorio, vías urinarias y gastrointestinales.

En la depresión infantil, al igual que en la de adultos, explicó el director de la UMF número 39, concurren varios factores que originan el desarrollo del estado de depresión; entre ellas, un origen de tipo genético, así como una fuerte carga de problemas familiares y factores estresantes que pueden dañar severamente la autoestima del niño, lo que genera en él temores y ansiedades que repercuten en sus hábitos.

Señaló que la falta de atención especializada a estos infantes puede complicar severamente su salud, en cuanto a problemas de aprendizaje, trastornos graves de conducta y hábitos alimenticios, así como el riesgo de atentar contra su vida, actitud que tendrá su más alta incidencia en la adolescencia, cuando el porcentaje se eleva hasta 60 por ciento.

López Orrantia invitó a todos los derechohabientes a no descuidar la salud, no sólo física, sino también psicológica y emocional de los menores; a demostrarles afecto, apoyo y proveerles los cuidados necesarios y acudir con ellos a su UMF, a fin de que tenga cubierto su cuadro de vacunación y se les otorguen las medidas preventivas necesarias para su sano desarrollo.