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“SER MUJER, FUNCIONARIA Y HONESTA, SECASTIGA…”

/ Redaccion TInformativo /

Columna Indira Mata A-Firma

  • ¡Vivimos en un mundo al revés! Resulta que ser mujer, funcionaria y además honesta, se castiga…

Lucia Villareal Camarena, Coordinadora Estatal de la “Beca Progreso”, fue suspendida de su cargo por denunciar el pasado 22 de septiembre ante la PGJE el posible desvío de 888 mil pesos, de un total de casi 1.9 millones de pesos del presupuesto público educativo cuyo destino final se desconoce.

El primer pecado de la funcionaria -ratificada por el gobernador Francisco Vega hace dos años- fue presentar la denuncia por peculado y lo que resulte ante la autoridad correspondiente (PGJE)- así como citar los nombres y apellidos de los involucrados directos: Jesús De la Rosa Anaya, Alexander García Luna y Román Ernesto Rivera Padilla, quienes ostentan cargos en otras áreas operativas del Sistema Educativo Estatal.

El primero de ellos, es nada más y nada menos que el hermano del actual Secretario de Seguridad Pública Daniel De la Rosa Anaya; del Subdirector del Registro Público de la Propiedad David de la Rosa Anaya y del exdiputado federal del PAN, Andrés de la Rosa Anaya, a quien mencionan como posible candidato del partido blanquiazul a la alcaldía mexicalense.

El segundo pecado de la funcionaria pública, quien está a cargo del ejercicio legal de 362 millones de pesos destinados a la inscripción de miles de alumnos de educación básica de los cinco municipios- fue “no haber informado ó consultado previamente” su denuncia ante el Secretario de Educación, Mario Herrera Zárate.

Como resultado de “la ofensa”, éste ordenó la suspensión temporal en el cargo de Lucía Villareal, le cerró las puertas de la oficina pública, impidió que la funcionaria ratificara la denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, envió el expediente a la contraloría señalando a la servidora pública como posible responsable, y muy campante declaró que todo el asunto sólo se trata de una “auditoría normal”.

Pero en cambio, el de flamante apellido De la Rosa Anaya junto con los otros presuntos involucrados cuyos nombres, apellidos y firma aparecen en cheques endosados e indebidamente cobrados, continúan laborando protegidos bajo una especie de halo político.

Sin duda el tercer pecado de Lucia Villareal Camarena es ser mujer, honesta y funcionaria correcta, cualidades que como servidora pública no son precisamente necesarias, toda vez que el mensaje está muy claro…

 

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