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Realidad… es

/ Redaccion TInformativo / ,

Por Claudia Agatón

Claudia agaton¿Porque escribir una columna de opinión, de reflexión o simplemente porque escribir en relación a temas coyunturales de interés general?

Podría argumentar respuestas elaboradas que parten desde lo eminentemente individual, de la visión del “ser social” hasta la necesidad de ser congruente en cuanto a lo que uno dice y hace.

Pero la realidad es que cedí a las diversas invitaciones que en distintos momentos amigas y amigos de algunos medios me hicieron para participar con una columna, en donde colaborara con una visión de mujer en relación al acontecer actual.

Y por eso aquí están estas letras organizadas en palabras que pretenderán aportar algunas reflexiones sobre lo que pasa en nuestra sociedad.

No me anima escribir de forma dogmática, ni suscribirme en un punto determinado de la geografía política. Aunque no niego (y espero no hacerlo nunca) mi afiliación a una ideología de izquierda. Y no lo haré porque en política y en el ámbito social me quedo con el pensamiento del escritor cubano José Martí quien dijo que la mejor forma de decir es hacer…

Más bien, me anima esta generosa oportunidad de ocupar un espacio en donde pretendo establecer una forma de dialogo con lectores a los que no conozco pero intuyo y de los que espero más críticas que coincidencias. Por eso, esta columna se llama Realidad… es. Porque en nuestra sociedad y en nuestro sistema de gobierno y en el mundo de la política, una cosa es lo que se dice y otra es la realidad. Una cosa es lo que se postula en las leyes, mientras la realidad es que muchas leyes son simplemente letra muerta.

Pero basta ya de explicaciones, permítame compartirle que al momento de escribir la presente, veo un paisaje en donde el cielo gris azul de Ensenada, esta coloreado por unas nubes de un rosa que se acerca al color salmón. Mientras la mayoría de nubes que la circundan varían de tonos grises a blancos opacos. ¡Así de maravillosa y cambiante es nuestra costa del pacifico que nos regala visiones y paisajes que nunca son los mismos!

Y mientras observo a través de mi ventana este paisaje, no puedo dejar de reconocer los esfuerzos de algunas autoridades de México y aún del estado de Baja California por allanar y facilitar el camino y el trabajo siempre valioso de los periodistas. Que para serlo usan su criterio, su capacidad de investigación y de análisis para informar a la sociedad sobre diversos temas.

Este trabajo basado fundamentalmente en la libertad de expresión, no es sencillo porque a pesar de que la libertad de expresión es un derecho y una garantía, cuando se usa este derecho en forma de críticas y señalamientos, para algunos se llega a la calumnia y a la difamación. Considerando que lo que se escribe sobre su actuación o su vida pública o privada implica un daño moral un atentado a su honor y por tanto que existe un perjuicio a su persona.

Estos delitos de difamación y calumnia se usaron en algunas sociedades represivas en contra delas voces y los escritos críticos y por tal razón estaban catalogados como delitos penales y no como faltas de carácter civil. En México en el sexenio calderonista se alabó mucho que el Senado de la República Mexicana en 2011, haya despenalizado la difamación, calumnia e injuria de la Ley sobre Delitos de Imprenta,

Ya en abril de 2007 había entrado en vigor la despenalización de delitos como la calumnia, difamación e injuria del Código Federal pero aún seguía vigente la Ley de Imprenta de 1917, cuyo texto también criminalizaba la difamación y la calumnia. La Ciudad de México fue la primera entidad en suprimir los delitos contra el honor en 2006.

Además debemos recordar que ya la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió hace unos años un juicio en el que el periódico mexicano La Jornada acusaba a una revista de dañar su reputación. En esa ocasión el tribunal supremo resolvió que la libertad de expresión estaba por encima del derecho al honor.

Sin embargo, la realidad es que aún persisten las intenciones de algunos políticos o empresarios destacados y poderosos de sancionar a periodistas acusándolos de calumnias y difamación. Por tal motivo la defensora de derechos humanos Mariclaire Acosta Urquidi, directora de la organización Freedom House México señalo recientemente que México no es un país libre para el ejercicio de la libertad de expresión y acceso a la información.

Lo anterior, a causa de la violencia que en el país se ejerce contra periodistas; la falta de regulación en la distribución de la publicidad gubernamental; así como por la dominación de los monopolios de los medios de comunicación y la prevalencia de leyes que restringen la libertad de expresión en algunos estados, como las que penalizan ciertos aspectos del periodismo que pueden ser considerados como “calumnia” y “difamación”.

Al respecto, la Casa de los Derechos de Periodistas informó que de 2009 a 2013 se han registrado 132 agravios contra periodistas. Los asesinatos denunciados en ese periodo por distintas fuentes a nivel nacional fueron 68, de los cuales 14 (el 20 por ciento) ocurrieron en Veracruz. Y de las 18 desapariciones de periodistas registradas del 2000 a la fecha, cuatro sucedieron en ese mismo estado.

Y lamentablemente la realidad es que en Baja California aún existen amenazas, intimidaciones, despidos de periodistas por presiones de políticos o gobernantes y demandas por difamación y calumnia, en contra de periodistas. ¡Ojalá esto cambie!

Me parece importante terminar la presente con una frase del periodista Salvador Corro, subdirector de información de la revista Proceso, comentó que el Estado debe garantizar las condiciones de seguridad para la sociedad y los periodistas. “Todo el que se diga demócrata debe garantizar el ejercicio de la libertad de expresión y acceso a la información. Sin embargo, a estos dos temas les teme el poder”.

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