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POPULARIDAD POR CACAHUATES

POPULARIDAD POR CACAHUATES
/ Berenice Barreto /

Los líderes populistas son grandes comunicadores, aunque muy malos políticos.

Ascienden y se mantienen en el poder a través del uso de la palabra, mientras aplican políticas que disminuyen la calidad de vida de sus poblaciones. Cuando hay hartazgo extremo con la clase política tradicional, al líder populista le basta la comunicación efectiva para mantener su popularidad, sin importar las políticas que aplique.

Ejemplos sobran: Chávez en Venezuela, Trump en Estados Unidos, Bolsonaro en Brasil. México no es la excepción.

Ejemplos sobran en ese sentido. Empecemos por las políticas para combatir la pobreza. En innumerables ocasiones el presidente de la República ha dicho que los pobres de México son su prioridad, alardeando de la efectividad de sus programas sociales. Sin embargo, entre 2018 y 2020 la pobreza aumentó en 7.3% y la pobreza extrema 24.1% (CONEVAL). Por otra parte, se presumen las obras faraónicas de infraestructura como respuesta a las necesidades de modernización del país: el aeropuerto, el tren maya, la refinería de Dos Bocas. Empero, hay una caída importante de la inversión, tanto pública como privada: hoy se encuentran en los niveles de 2013 debido a la pandemia e incertidumbre jurídica (México, ¿Cómo Vamos?).

Se presume el tipo de cambio, pero esa es una verdad maquillada. La estabilidad cambiaria tiene su autoría principal en el Banco de México, responsable de manejar la política monetaria del país. Además, sucede a costa de una muy mala política fiscal implementada por el gobierno federal: México fue el país en América Latina que menos gastó para paliar la peor crisis económica en los últimos cien años a causa del COVID-19.

Hemos sido –junto con Cuba y Venezuela– el único país de la región que no ha recuperado los niveles económicos pre-pandemia (CEPAL). Y por ello, no resulta raro que la Patrulla Fronteriza haya arrestado a 800 mil mexicanos tratando de cruzar ilegalmente a Estados Unidos solo durante 2022, cuando en alrededor de los últimos veinte años teníamos una migración ilegal neta cero.

La seguridad es una política bien vendida, pero por demás defectuosa. Se presume la construcción de la Guardia Nacional, cuando realmente son las Fuerzas Armadas: alrededor del 80% de sus miembros son soldados y marinos (CNDH). Su salario, entrenamiento y reclutamiento dependen también de estas. Por otra parte, el titular del Ejecutivo federal se jacta de tener el gabinete con mayor número de mujeres en la historia, preciándose de ser el gobierno que más ha impulsado a las mujeres. No obstante, eliminó el programa de estancias infantiles, los refugios para mujeres que sufren de violencia y las escuelas de tiempo completo, todos los cuales ayudaban a la mujer mexicana.

Combate a la pobreza, inversión en infraestructura, crecimiento económico, seguridad pública y política de género: solo algunos ejemplos donde las políticas son vendidas como grandes logros, aunque los retrocesos son evidentes e inequívocos. Mientras tanto, se acercan las elecciones de 2024: qué tendrá más peso, ¿una comunicación efectiva o las ruinas sobre las que se comunica?

@FernandoNGE
[email protected]

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