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FUMAR ES FACTOR DE ALTO RIESGO PARA EMBARAZADAS

/ Redaccion TInformativo /

· Se daña directamente al bebé en gestación.
· Los recién nacidos padecen del síndrome de abstinencia.
· Fumar duplica las posibilidades de ocurrir la muerte de cuna.

Foto Comunicado 437Tecate, Baja California.- Aún cuando se manejen dichos o creencias populares, no existe un nivel seguro en el consumo de tabaco durante el embarazo, fumar es un factor de alto riesgo para el producto. El doctor Jesús González López, ginecólogo del Hospital General de Obstetricia número 7 (HGO #7) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, explicó que fumar la cantidad que sea expone al feto a más de 7.000 sustancias tóxicas y dañinas que pueden afectar su desarrollo y crecimiento.

Indicó que cuando existe humo de cigarrillo en el entorno de la madre, el feto recibe menos oxigeno, aumentan los latidos de su corazón y se altera el crecimiento de sus pulmones. Además, advirtió, también disminuye la circulación de sangre por la placenta, por lo que el feto recibe menos nutrientes.

El especialista del IMSS informó que tanto las mujeres fumadoras o las que no lo son pero que están expuestas al humo de segunda mano tienen más riesgo de tener bebés de bajo peso o prematuros.

Se tiene registro, dijo, que los recién nacidos de madres fumadoras pueden contraer infecciones y padecer malformaciones cardiacas o congénitas como labio leporino, paladar hendido.

Durante la gestación el hábito y la necesidad de la madre por el cigarrillo y sus sustancias se heredan al producto, por lo que al nacer el bebé puede presentar síndrome de abstinencia a la nicotina y manifestar un carácter muy irritable, además de tener el doble de riesgo de la llamada muerte de cuna, todo esto independientemente de la exposición a infecciones respiratorias como otitis, bronquitis y neumonías.

La madre fumadora, explicó el doctor González López, disminuye considerablemente la posibilidad de amamantar, coartando a su hijo de los beneficios que brinda la leche materna sobre todo para su sistema inmunológico y se interpone en el fortalecimiento de los lazos afectivos entre ambos. En el caso extremo de que la madre no pueda dejar de fumar debe asearse perfectamente las manos y el busto, utilizar una frazada entre su ropa y el bebé, dejando pasar por lo menos 30 minutos después del último cigarrillo.

Por todo ello, el doctor Jesús González López recomienda dejar el hábito de fumar, sobre todo a las embarazadas para no correr el riesgo de complicaciones, proteger al bebé de sustancias químicas que pueden dañar su crecimiento y tener menos riesgo de padecer asma y otros problemas respiratorios durante la infancia, así como disminuir los riesgos de trastornos de conducta y problemas en la escuela.

Cabe recordar, dijo, que dejando de fumar disminuye las posibilidades de que los hijos sean fumadores incluso desde la niñez.

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