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RECORRIDO POR EL CAMINO REAL MISIONERO DE LAS CALIFORNIAS

/ Redaccion TInformativo /

El corredor histórico camino real misionero de las californias (CAREM) genera propuestas y acciones para la conservación, investigación y difusión de los sitios misionales.

Tecate, Baja California.- Al pensar en lo que nos identifica como bajacalifornianos, es común que asociamos elementos como la gastronomía, la cerveza, el vino, los mariscos, la carne asada a eso que llamamos identidad bajacaliforniana. Sin embargo, la riqueza de la península y lo que realmente crea el sentido de pertenencia se puede medir con una escala más allá de la comida y la bebida; su historia.

Uno de los aspectos que enriquecen la historia de Baja California, son los sitios misionales. El Camino Real Misionero de las Californias, conectaba a todas las misiones de la península hacia el norte. Era un amplio sendero a través del terreno del desierto pedregoso y, en otros solamente una brecha extraviada, apenas visible.

Actualmente existen 14 Sitios Misionales en toda la península de Baja California, representando la influencia de los Jesuitas, Franciscanos y Dominicos en las etnias Cucapá, Pai Pai, Kiliwa, Kumiai y Cochimí. Estos sitios están ubicados en los municipios de Ensenada, Rosarito y otros más en Baja California Sur. Los edificios, se encuentran en estados de conservación que van desde pequeños vestigios hasta otros más bien preservados y funcionales.

Camino real misionero de las californias

El corredor histórico camino real misionero de las californias (CAREM) es un proyecto establecido por el INAH , en donde se realizan diversas labores como arqueología histórica, limpieza de los sitios y cercado de su perímetro, aplicación de recubrimientos de adobe o de capas de sacrificio, para proteger los muros, cédulas informativas, señalización y construcción de casetas de control de visitantes.

Este proyecto tiene el propósito de generar propuestas y acciones para la conservación, interpretación y utilización del corredor, así como el impulso a un modelo de conservación, investigación y difusión de los sitios misionales, zonas paleontológicas, sitios arqueológicos, minas, pueblos, casas antiguas y edificios públicos ubicados a lo largo de la travesía histórica.

Con el objetivo de conservar, divulgar y rescatar los bienes y valores de Baja California, además de generar a futuro una actividad a la cual puedan sumarse más personas, los miembros del corredor histórico CAREM A.C y algunos invitados, realizaron un recorrido por el Camino Real Misionero de las Californias.

Recorrido por las misiones

La mañana dio inicio en la ciudad de Rosarito con la visita a la Casa Machado, construcción de adobe que data de 1841. La historia sobre la casa, relatada por Juan Santana, nieto de Eufrasio Santana, el primer presidente de la ciudad de Tecate, menciona que Manuel Machado fue uno de los primeros soldados que llegaron al presidio de San Diego. La Casa Machado es un edificio ejemplo de los primeros ranchos que han conservado sus características originales, es por ello, que cuenta con trabajos de reconstrucción bajo la supervisión del INAH, así como del grupo Santana.

Dentro de los proyectos establecidos después de la reconstrucción de Casa Machado, se plantea convertirla en un museo, en donde se exhiban maquetas sobre de la misión el descanso y diversos sitios históricos. Por lo que la idea es, hacer un circuito histórico cultural dentro del plan municipal con Rosarito.

En 1696 el jesuita Juan María Salvatierra recibió autorización del provincial de la orden, para establecer misiones en la California, con la condición de que los gastos no corrieran por parte de la Compañía de Jesús ni del virrey. A partir de ese momento, él y el Padre Juan de Ugarte se dedicaron a solicitar la ayuda económica de algunos bienhechores y simpatizantes de la Compañía que se interesaban en el proyecto californiano.

De esta manera comenzaron a consolidar lo que sería el Fondo Piadoso de las misiones de Californias, que les permitiría realizar sus anhelos evangelizadores con dinero producido en la Nueva España y no en las mismas misiones.

Misión El Descanso

La misión más norteña de Baja California se encuentra en la zona sur de Playas de Rosarito. La denominada misión El descanso, fue construida en 1817 por el misionero dominico Fray Tomás Ahumada, siendo esta, una de las últimas misiones establecidas al norte de la región. A un costado, de lo que queda de ella, se encuentra la capilla de San Miguelito, construida por la viuda de Crosthwaite, quien pidió a Dios por el regreso de su hijo, el cual fue a combatir en la segunda guerra mundial. Al volver su hijo con vida, dicha manda se cumplió con la edificación de este recinto.

De esta misión sólo quedan algunos cimientos, por lo cual es una zona protegida, que cuenta con un techo que cubre la acción del sol sobre los pequeños vestigios dominicos.

San Miguel Arcángel de la frontera.

Para continuar con el recorrido del camino real las misiones, se encuentra la misión San Miguel Arcángel de la frontera, la cual fue fundada en 1787 por misioneros dominicos, actualmente establecida en el Ejido La Misión, en el municipio de Ensenada. Esta misión estuvo situada al pie de una montaña, rodeada de praderas y lomeríos atravesados por el arroyo de San Juan Bautista que, corriente abajo se junta con el agua, en donde se pueden apreciar diversas especies de flora y fauna.

Sólo quedan algunos cimientos de esta misión, los cuales son preservados con mucho cuidado, por los encargados de mantener en pie los pequeños muros de historia.

El clima húmedo favoreció el desarrollo de la agricultura y ganadería en San Miguel. Su producción agrícola se basó en el cultivo de trigo, maíz, melón, sandía, frijol, lentejas, hortalizas, viñedos y cebada.

Es curioso encontrar la misión situada a un costado de una escuela primaria, es un contraste perfecto que invita a los visitantes a experimentar el paso del tiempo, de lo antiguo a lo moderno, en un abrir y cerrar de ojos.

Misión San Vicente Ferrer

Tocó el turno de visitar la misión de San Vicente Ferre, el tercer punto del recorrido, ubicada al sur de Ensenada. Esta misión fue fundada en 1780 por los misioneros dominicos Miguel Hidalgo y Joaquín Valero.

Vale la pena el recorrido, pues es largo el trayecto para llegar, sin embargo, al observar los vestigios, más formados, con muros más altos y espacios más definidos, la imaginación echa a volar y recuerda todo lo aprendido en los libros de historia, imaginas la vida misional y de alguna manera agradeces la oportunidad de poder contemplar sitios como este, en donde parece que el tiempo se ha detenido.

La guía del recorrido explicó que este establecimiento sirvió como centro de operaciones de la frontera misional dominica, y por ello mantuvo un cuartel por 12 a 25 soldados. En su época logró ser la más grande e importante de las misiones dominicas no tan solo por ser refugio militar, si no por sus recursos naturales de buena tierra, agua abundante y buen comercio.

Los misioneros encontraron manzanita, palo cortado, yuca, mezquite, chamizos y bosques de encino y credo. Abundan la ardilla, el topo, la tuza, el coyote, el puma, animales como el venado, el pájaro carpintero, la paloma de ala blanca, la lechuza, el tecolote, y el pato silvestre, La misión fue construida en un sitio escogido por las características del terreno definitivamente apto para el desarrollo de tareas acostumbradas a realizar por los religiosos y militares de la época. En la etapa misional la su producción agrícola se basó en el cultivo de maíz, frijol trigo, cebada, diferentes frutales y hortalizas, también se contaba con manadas de ovejas cabras vasa, caballos y mulas.

Museo Comunitario de San Vicente

Por otra parte, y dentro del poblado de San Vicente, se encuentra un pequeño museo comunitario llamado Altagracia Aguiar de Arauz, en donde los visitantes pueden descubrir diversos objetos, pertenecientes a los pobladores del lugar. Vestidos, cámaras fotográficas, uniformes de baseball, máquinas de coser, vinilos, un tololoche, juguetes, herramientas, infinidad de fotografías y objetos que permiten tener acceso a la historia de la comunidad.

Al final del día, el recorrido deja un mundo de experiencias y gratos recuerdos, el estar en cada una de las misiones y sentir la tranquilidad que encierran, hacen que volteemos a ver la historia, recordemos las cosas que nos identifican como bajacalifornianos, lo mucho que ignoramos y lo poco que conocemos.

Dichos vestigios hacen que quién los visite, quiera compartir su experiencia con el resto, saber que unas ruinas representan los testigos de la historia que nuestros antepasados nos regalaron para ser protegida y difundida.

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